San Lucio nació en Roma entre el siglo II y III de la era actual. Fue el papa número 22 de la Iglesia católica. Su pontificado inició el 25 de junio de 253 y finalizó el 5 de marzo de 254, siendo bastante fugaz.
¿Quien fue San Lucio?
Él fue perseguido por el emperador Galo, siguiendo lo hecho por Decio, quien persiguió y torturó a los cristianos. Como consecuencia, fue desterrado a vivir fuera de Roma.
Sin embargo, el reinado de Galo fue bastante corto y murió, por lo que Valeriano se convirtió en el nuevo emperador de Roma.
Valeriano decidió no perseguir a los cristianos como lo habían hecho sus antecesores. Por esa razón, San Lucio logró regresar a Roma, donde el pueblo lo recibió con gran júbilo y poco después fue elegido sucesor del papa Cornelio.
Luego de la llegada triunfante de Lucio, San Cipriano le escribió una carta en la que lo felicitaba por estar bajo la gracia del Señor.
San Cipriano decía en la carta que el destierro no fue una maldición, sino que era una bendición del Señor, pues con ella podía mostrarle al pueblo que el poder de Dios siempre vence al mal.
Asimismo, San Cipriano también le escribió, posteriormente, una carta al papa Esteban en la cual añadía que Lucio condenó a los novacianos que se negaban a absolver a quienes estaban arrepentidos de sus faltas.
De acuerdo a lo descrito por Eusebio, San Lucio ocupó el puesto de papa solamente ocho meses.
A lo largo de varios siglos se creyó que fue perseguido y martirizado por el emperador Valeriano. Sin embargo, lo cierto es que esa persecución empezó años después de la muerte de Lucio.
San Lucio murió el 5 de marzo de 254 y fue sepultado en la catacumba de San Calixto. No obstante, siglos después sus restos mortales fueron llevados a la iglesia de Santa Cecilia, sitio en el que todavía se conservan, por orden de Clemente VIII.
