En el Salmo 105 se pide porque se den a conocer las obras de Jehová en los pueblos. Que se le canten salmos mientras se hablan de todas sus maravillas. Se pide que se le adore, pues en toda la tierra están sus juicios.
Se habla acerca de todo lo que su ira puede causar, pero también de un Dios que es capaz de acabar con el sufrimiento de cualquier pueblo solo con su diestra. Siempre y cuando este siga por el camino de la rectitud, y tenga presente su santa palabra.
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🙏Oración Salmo 105🙏
¡Alabad a Jehová! Invocad su nombre;
dad a conocer sus obras entre los pueblos.
¡Cantadle, cantadle salmos!
Hablad de todas sus maravillas.
Gloriaos en su santo nombre;
regocíjese el corazón de los que buscan a Jehová.
Buscad a Jehová y su fortaleza;
buscad siempre su rostro.
Acordaos de las maravillas que él ha hecho,
de sus prodigios y de los juicios de su boca,
oh vosotros, descendencia de Abraham, su siervo,
hijos de Jacob, sus escogidos.
Él es Jehová nuestro Dios;
en toda la tierra están sus juicios.
Se acordó para siempre de su convenio,
de la palabra que mandó para mil generaciones,
el cual concertó con Abraham,
y de su juramento a Isaac.
Y lo estableció a Jacob como estatuto,
a Israel como convenio sempiterno,
diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán,
como parte de vuestra heredad.
Cuando eran pocos hombres en número, sí, muy pocos,
y extranjeros en ella,
y andaban de nación en nación,
de un reino a otro pueblo,
no consintió que hombre alguno los agraviase,
y por causa de ellos castigó a reyes.
No toquéis, dijo, a mis ungidos,
ni hagáis mal a mis profetas.
Y trajo hambre sobre la tierra,
y quebrantó todo sustento de pan.
Envió a un hombre delante de ellos,
a José, que fue vendido como esclavo.
Afligieron sus pies con grilletes;
en hierro le pusieron.
Hasta la hora en que llegó su palabra,
la palabra de Jehová le probó.
Envió el rey y le soltó;
el señor de los pueblos le dejó ir libre.
Lo puso como señor de su casa,
y como gobernador de todas sus posesiones,
para sujetar a sus príncipes como él quisiese,
y hacer sabios a sus ancianos.
Después entró Israel en Egipto,
y Jacob fue extranjero en la tierra de Cam.
Y multiplicó su pueblo en gran manera,
y lo hizo más fuerte que sus enemigos.
Cambió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo,
para que actuasen astutamente contra sus siervos.
Envió a su siervo Moisés,
y a Aarón, al cual escogió.
Puso en ellos las palabras de sus señales,
y sus prodigios en la tierra de Cam.
Echó tinieblas e hizo oscuridad,
y no fueron rebeldes a su palabra.
Convirtió sus aguas en sangre,
y mató sus peces.
Hizo pulular ranas en su tierra,
hasta en las cámaras de sus reyes.
Habló, y vinieron enjambres de moscas
y piojos en todo su territorio.
Les dio granizo por lluvia,
y llamas de fuego en su tierra.
Destruyó sus viñas y sus higueras,
y quebró los árboles de su territorio.
Habló, y vinieron langostas
y pulgón sin número;
y se comieron toda la hierba de su país,
y devoraron el fruto de su tierra.
Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra,
las primicias de todo su vigor.
Y los sacó con plata y oro;
y no hubo entre sus tribus quien tropezara.
Egipto se alegró de que salieran,
porque su terror había caído sobre ellos.
Extendió una nube por cubierta,
y fuego para alumbrar la noche.
Pidieron, e hizo venir codornices;
y los sació con pan del cielo.
Abrió la peña, y fluyeron aguas;
corrieron por los sequedales como un río.
Porque se acordó de su santa palabra
dada a Abraham, su siervo.
Y sacó a su pueblo con gozo,
con júbilo, a sus escogidos.
Y les dio las tierras de las naciones;
y los frutos de las labores de las naciones heredaron,
para que guardasen sus estatutos
y observasen sus leyes.
¡Aleluya!