En el Salmo 108 se habla de lo grande que es la misericordia de Dios, y como su verdad llega hasta los cielos. Se pide por salvación, por una respuesta. Y, de esa manera, el corazón estará dispuesto a cantar y entonar salmos.
En este salmo se pide socorro contra el adversario, reconociendo que su ayuda es la única que salva. Que con Dios podemos hacer proezas, y solo él se puede encargar de hollar a los enemigos. Pues es el todo poderoso, y nos guiará por el camino de la fuerza.
Indice de Contenidos
🙏Oración Salmo 108🙏
Mi corazón está dispuesto, oh Dios;
cantaré y entonaré salmos, aun con mi gloria.
¡Despertaos, salterio y arpa!
Despertaré al alba.
Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos;
a ti cantaré salmos entre las naciones.
Porque más grande que los cielos es tu misericordia,
y hasta los cielos llega tu verdad.
Exaltado seas, oh Dios, sobre los cielos;
y sobre toda la tierra, tu gloria.
Para que sean librados tus amados,
salva con tu diestra y respóndeme.
Dios ha hablado en su santuario: Yo me regocijaré,
repartiré a Siquem y mediré el valle de Sucot.
Mío es Galaad, mío es Manasés,
y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.
Moab es la vasija para lavarme;
sobre Edom echaré mi calzado;
me regocijaré sobre Filistea.
¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?
¿No serás tú, oh Dios, que nos habías rechazado,
y que ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos?
Danos socorro contra el enemigo,
porque vana es la ayuda de los hombres.
Con Dios haremos proezas,
y él hollará a nuestros enemigos.