Los invito a mantenerse en oración durante todo el año. En este artículo les dejo una recopilación de oración de San Brígida que puedes empezar cualquier día del año. Santa Brígida recibió dos oraciones en las revelaciones que tuvo con Nuestro Señor Jesucristo y otra de Virgen María.
Nuestro padre celestial y la Santísima Virgen a través de revelaciones se comunicaron con Santa Brígida y le proporcionaron algunas oraciones, para guardar el alma ante la amenaza de cualquier peligro, todos sus devotos se esfuerzan en orar y hacerlas conocer.
Las oraciones se dicen mentalmente, es decir, leyéndolas. Se ora individualmente, no en comunidad. Cada persona debe orar por sí misma. Luego de orar cada oración debes un rezar Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Indice de Contenidos
Oraciones reveladas a Santa Brígida
Para iniciar el proceso de oración a Santa Brígida, debes tomar en consideración algunos aspectos muy importantes para que recibas una respuesta positiva a tus peticiones.
Primera Oración a Santa Brígida
Oh Jesucristo! Dulzura Eterna para los que Te aman, alegría que sobrepasa toda la alegría y todo el deseo, la salvación y la esperanza de todos los pecadores, que han demostrado que no tienes mayor deseo que el de estar entre los hombres, aun asumiendo que los humanos la naturaleza en la plenitud de los tiempos por amor a los hombres, recuerde todas las sufrimientos has soportado desde el instante de Tu concepción, y especialmente durante Tu Pasión, tal como fue decretada y ordenada por todos.
La eternidad en el plan divino. Recuerda, oh Señor, que durante la Última Cena con Tus discípulos, teniendo lavaste sus pies, les diste tu precioso Cuerpo y Sangre, y al mismo tiempo los consolaste dulcemente, predijiste.
Tu Pasión venidera. Recuerda la tristeza y la amargura que experimentaste en Tu Alma como tú mismo atestiguaste diciendo: «Mi Alma está afligida incluso hasta la muerte.» Recuerda todo el miedo, la angustia y el dolor que sufriste en tu vida. Delicado Cuerpo antes del tormento de la crucifixión, cuando, después de haber sido oraste tres veces, bañado en un sudor de sangre, Tú fuiste traicionado por Judas, tu discípulo, arrestado por el pueblo de una nación que Tú habías escogido y elevado, acusado por falsos testigos, juzgado injustamente por tres jueces durante la flor de tu juventud y durante el solemne tiempo pascual.
Acuérdate que fuiste despojado de tus vestiduras y vestido de las de que Tu Rostro y Tus Ojos estaban velados, que Tú fuiste abofeteado, coronada de espinas, una caña colocada en tus manos, con la que fuiste aplastada. Golpes y abrumados con afrentas y ultrajes. En memoria de todos estos dolores y sufrimientos que sufriste antes Pasión en la Cruz, concédeme antes de mi muerte una verdadera contrición. Amén.
Segunda Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Verdadera libertad de los ángeles, Paraíso de las delicias, recuerda el horror y la tristeza que sufriste cuando tus enemigos, como leones furiosos, y por miles de insultos, escupidas, golpes, laceraciones y otras crueldades inauditas, te atormentaban a voluntad. En consideración de estos tormentos y palabras insultantes, te suplico, oh mi Salvador, que liberes de todos mis enemigos, visibles e invisibles, y que me traigan, bajo tus órdenes protección, a la perfección de la salvación eterna. Amén.
Tercera Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Creador del cielo y de la tierra que nada puede abarcar ni limitar, Tú que envuelves y mantienes a todos bajo tu poder amoroso, recuerda el mismo amargo dolor sufriste cuando los judíos clavaron Tus Sagradas Manos y Pies a la Cruz por golpe tras golpe con grandes uñas rotas, y no encontrando.
En un estado lo suficientemente lastimoso para satisfacer su rabia, ellos agrandaron, tu Heridas, y dolor añadido al dolor, y con indescriptible crueldad extendida tu Cuerpo en la Cruz, te jaló por todos lados, dislocando así Tu Cuerpo Miembros. Te ruego, oh Jesús, por el recuerdo de este sufrimiento tan amoroso de los Cruz, para concederme la gracia de tenerte y amarte. Amén.
Cuarta Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Médico Celestial, levantado en lo alto de la Cruz para sanar nuestras heridas con los tuyos, recuerda las contusiones que sufriste y la debilidad de todos tus miembros que estaban tan distendidos que nunca lo estuvieron hay dolor como el tuyo. De la corona de tu cabeza a las suelas de tu cabeza pies no había ni una sola mancha en Tu Cuerpo que no estuviera atormentada, y aun así, olvidando todos tus sufrimientos, no cesaste de orar a tu celestial Padre por tus enemigos, diciendo: «Padre, perdónalos porque no saben lo que lo hacen.»
A través de esta gran Misericordia, y en memoria de este sufrimiento, haz que el recuerdo de Tu Más Amarga Pasión puede efectuar en nosotros una perfecta la contrición y la remisión de todos nuestros pecados. Amén.
Quinta Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Espejo de eterno esplendor, recuerda la tristeza que la luz de tu Divinidad, la experiencia de contemplar la predestinación de aquellos que serán salvos por los méritos de Tu Sagrado Pasión, Tú viste al mismo tiempo, la gran multitud de reprobados que serían condenados por sus pecados, y te quejaste amargamente de esos desesperados, perdidos y desafortunados pecadores.
A través del abismo de la compasión y la piedad, y especialmente a través de la bondad que hiciste al buen ladrón cuando le dijiste: «Hoy estarás conmigo en el paraíso». Te lo ruego, oh, dulce. Jesús, que en la hora de mi muerte, Tú me mostrarás misericordia. Amén.
Sexta Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Amado y muy deseable Rey, recuerda el dolor que sufriste, cuando estás desnudo y como un criminal común, Tú estabas atado y levantado en la cruz, cuando todos tus parientes y amigos te abandonaron, excepto los tuyos.
Amada Madre, que permaneciste cerca de Ti durante Tu agonía y a quien Tú confiaste a tu fiel discípulo cuando le dijiste a María: «Mujer, «¡He aquí a tu hijo!» y a San Juan: «¡Hijo, he aquí a tu Madre!»
Te ruego, oh mi Salvador, por la espada de la pena que traspasó el alma de a tu santa Madre, a tener compasión de mí en todas mis aflicciones y espirituales, y que me ayuden en todas mis necesidades especialmente en la hora de mi muerte. Amén.
Séptima Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Fuente inagotable de compasión, que por un gesto profundo de amor, dicho desde la Cruz: «¡Tengo sed!» sufrió de la sed por el la salvación de la raza humana. Te ruego, oh mi Salvador, que inflames en nuestro el deseo de tender a la perfección en todos nuestros actos; y a extingue en nosotros la concupiscencia de la carne y el ardor de lo mundano deseos. Amén.
Octava Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Dulzura de corazones, deleite del espíritu, por la amargura del el vinagre y la hiel que probaste en la cruz por amor a nosotros, danos la gracia de recibir dignamente tu precioso Cuerpo y Sangre durante nuestra vida y en la hora de nuestra muerte, para que sirvan de remedio y consuelo para nuestras almas. Amén.
Novena Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Virtud real, alegría de la mente, recuerda el dolor que sufriste. Cuando se sumerge en un océano de amargura al acercarse la muerte, insultado, indignado por los judíos, gritaste a gran voz que estabas abandonado por tu Padre, diciendo: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué has abandonado a mí?». Amén.
Décima Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Que es el principio y el fin de todas las cosas, de la vida y de la virtud, recuerda que por nuestro bien, estabas sumergido en un abismo de sufrimiento de las plantas de tus pies a la corona de tu cabeza. En consideración de la de tus heridas, enséñame a guardar, a través del amor puro, tus heridas. Mandamientos, cuyo camino es amplio y fácil para los que te aman. Amén.
Undécima Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Profundo abismo de misericordia, te lo ruego, en memoria de tus heridas que penetró hasta la médula misma de tus huesos y hasta la profundidad de tu boca, para me atraiga, un pecador miserable, abrumado por mis ofensas, lejos del pecado y para esconderme de Tu Rostro justamente irritado contra mí, esconderme en Tu rostro, hasta que tu ira y tu justa indignación hayan pasado. Amén.
Duodécima Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Espejo de verdad, símbolo de unidad, eslabón de la caridad, recordad la multitud de heridas con las que te cubriste de pies a cabeza, desgarradas y enrojecido por el derramamiento de tu adorable Sangre.! Más dulce ¡Jesús!
¿Qué es lo que pudiste haber hecho por nosotros que no has hecho? hecho! Que el fruto de tus sufrimientos sea renovado en mi alma por los fieles recuerdo de Tu Pasión, y que Tu Amor crezca en mi corazón cada día, hasta que te vea en la eternidad, Tú que eres el tesoro de todo bien real y cada gozo, que te ruego me concedas, oh Dulce Jesús, en el Cielo. Amén.
Decimotercera Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! León Fuerte, Rey Inmortal e Invencible, recuerda el dolor que tú aguantaste cuando todas tus fuerzas, tanto morales como físicas, fueron completamente exhausto, inclinaste tu cabeza, diciendo: «¡Está consumado!»
A través de esta angustia y dolor, te ruego Señor Jesús, que tengas misericordia de nosotros. En la hora de mi muerte, cuando mi mente estará muy perturbada, el alma se angustiaba. Amén.
Decimocuarta Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Hijo único del Padre, Esplendor y figura de Su Sustancia, recuerda la simple y humilde recomendación que hiciste de Tu Alma a tu Padre Eterno, diciendo: «Padre, en Tus Manos encomiendo a Mi ¡Espíritu!» Y con tu cuerpo todo roto, y tu corazón roto, y las entrañas de Tu Misericordia abierta para redimirnos, Tú Expiraste. Por esta preciosa muerte, te ruego, oh Rey de los Santos, consuélame y ayúdame a resistir al diablo, la carne y el mundo, para que estando muerto para el mundo pueda vivir para ti solo. Amén.
Decimoquinta Oración a Santa Brígida
Oh Jesús! Verdadero y fructífero vim! Recuerda el abundante derramamiento de Sangre lo cual hiciste tan generosamente ella de Tu Sagrado Cuerpo como jugo de uvas en una prensa de vino.
De tu costado, atravesado con una lanza por un soldado, salió sangre y agua hasta que no hubo elevación en Tu Cuerpo ni una sola gota, y finalmente, como un manojo de mirra levantado hasta la cima de la cruz destruida, la misma Sustancia de Tu Cuerpo se marchitó, y la Médula de Tu cuerpo los huesos se secaron.
A través de esta amarga Pasión y a través de la efusión de Tu Preciado Sangre, te ruego, oh Dulce Jesús, que recibas mi alma cuando estoy en mi agonía de muerte. Amén.
Oración final de Santa Brígida
Oh, dulce Jesús! Perfora mi corazón para que mis lágrimas de penitencia y amor que sea mi día de pan y mi fuerza; que me convierta enteramente a Ti, que mi corazón sea tu morada perpetua, que mi conversación te agrade, y que el final de mi vida sea tan digno de alabanza que merezca el cielo y la tierra. Allí con tus santos, alabado seas para siempre. Amén
Oración a Santa Brígida para pedir por los niños que no hablan
Agradable santa Brígida, condescendiente, de la alegría y del Reino de la Gloria donde te llevan tus méritos, para que te compadezcas de tu sierva que no puede hacer uso libre de la palabra. Por tu compasión hacia los infelices, por tu compasión por los pobres, por tu gran suavidad hacia los pacientes, te ruego que te apoyes en esta dolorosa enfermedad, para que por tu intercesión, tenga la felicidad de recibir la gracia que te pido.Amén.
Oración a Santa Brígida
Amado Padre y Maestro! Sé favorable a un pobre pecador; guíame y dirígeme, tú mi Rey y mi Dios, que me has comprado tu propia sangre.
Señor, que gritó: «¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué me abandonaste? «Hecho que, en mis desórdenes y en mis necesidades, me postro, Señor, ante el estandarte de tu cruz vivificante, y adoro con un santo el respeto a la nueva y asombrosa gloria de tu triunfo: porque eres al mismo tiempo el sacerdote y la víctima, el redentor y el precio de la recompra.
Oh santa Brígida que rompió las puertas del infierno, y abrió con fidelidad las del reino de los cielos! Veo tus ojos del espíritu, oh mi Salvador, clavados en la cruz y cubiertos de heridas. Tengo la intención de que su suave voz le diga al pequeño canal de drenaje bueno: «Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso. «Amén.